En torno a las lenguas clásicas, griego y latín, y a la cultura que expresan se ha creado Europa y, en realidad, toda la cultura que hoy se abre paso al mundo. Los griegos fueron los primeros progresistas, y los romanos, los primeros constructores de grandes espacios legales y políticos.

Nuestras lenguas, nuestras artes y literaturas, nuestro pensamiento, nuestra ciencia, nuestra política nada serían sin ellas.

martes, 25 de octubre de 2011

Peloponeso- Grecia



                                                                                                              Manuel Jesús González Fernández.

Teatro greco romano



Manuel.

LA RESPUESTA ESTÁ EN LA HISTORIA


Maria.

lunes, 24 de octubre de 2011

La idea de la belleza en el mundo griego.

Para los griegos la belleza era un don de los dioses y representarla a través del arte, en la escultura, por ejemplo, la principal aspiración del artista.


El filósofo Platón defendía que los artistas, por hábiles que fueran, no podían reproducir la belleza perfectamente al ser algo que estaba fuera del alcance de lo humano. Tan solo podían acercarse a ella.
En esa búsqueda de la belleza ideal era imprescindible mantener una adecuada proporción en las formas, de acuerdo con una medida o canon que permitiera acercarse lo más posible a la representación de lo perfecto.


En la época clásica triunfó el canon de Policleto (siglo V a.C), un sistema de proporciones que tomaban como unidad la cabeza humana. Según este canon la altura ideal del ser humano debía ser igual a siete cabezas. Además, el rostro debía responder a tres divisiones equitativamente distribuidas: de la parte superior de la cabeza al comienzo de la nariz; la nariz propiamente dicha; y la de la base de la nariz a la barbilla. La longitud de la palma de la mano, multiplicada por tres, proporcionaría la medida ideal de pie, mientras que seis palmas deberían ser la altura del pie a la rodilla, y otras seis de la rodilla al abdomen.


Posteriormente el canon de Policleto se estilizó, ampliándose la medida perfecta a ocho cabezas en lugar de siete, dando paso a un nuevo canon atribuido a otro artista griego llamado Lisipo (siglo IV a.C).


Una expresión serena en el rostro, alejada de las pasiones y del dramatismo, completaba esa visión que los antiguos griegos tenían de la estética en la época clásica. La influencia de este canon de belleza ideal se extendería a la civilización romana (al menos en el siglo I a.C) y a épocas posteriores en la historia del arte occidental, como en el estilo llamado Neoclasicismo (entre los siglos XVIII y XIX)

María.

domingo, 23 de octubre de 2011

Hera.

Soy Hera, la diosa más poderosa del Olimpo, hija de Crono y Rea y esposa de mi hermano, el dios supremo Zeus. 


Soy la protectora del matrimonio y de las mujeres casadas.


Los dioses, no respetaban a las mujeres. Yo he sufrido terribles celos por las infidelidades de mi esposo y he perseguido a sus amantes: envié a la serpiente Pitón contra Leto, que le dio a Zeus dos de sus hijos favoritos, Ártemis y Apolo; a lo, convertida en ternera, la puse bajo la custodia del guardián Argos; convertí a la ninfa Clisto en osa y así a muchas jóvenes que no respetaban el matrimonio. También perseguí a los hijos ilegítimos de Zeus, como a Hércules, a quien obligué a hacer doce duros trabajos.
Con Zeus tuve a Ares, pero Hefesto es solo hijo mío. Sin embargo, el Olimpo está lleno de hijos de Zeus: Atenea, Hermes o Dionisio, por ejemplo. Esto prueba que no soy tan violenta, vengativa y celosa como dicen.
Llevo la diadema, símbolo de reina de los dioses, y me acompaña un pavo real, en cuya cola puse los cien ojos del guardián Argos.



María.

El Arte Clásico.

La expansión de los antiguos griegos por el Mediterráneo y de los romanos por gran parte de Europa gracias a sus conquistas militares contribuyó decisivamente a la extensión del llamado arte clásico que, durante mucho tiempo, se consideró insuperable, convirtiéndose en objeto de imitación desde el siglo XV hasta bien entrado el siglo XIX.
Los capiteles dóricos, jónicos o corintios han sido a lo largo de la historia elementos característicos del arte europeo occidental, con independencia muchas veces del estilo predominante en un período determinante.

La cúpula del Panteón de Roma se usó como arquetipo para las cúpulas de iglesias europeas desde el  Renacimiento italiano en adelante.

Sin embargo, el propio peso histórico del arte clásico influye en que se tenga de él una noción idealizada, en su calidad de fuente de inspiración. Por ejemplo, el blanco del mármol del Partenón, que parece un ingrediente indispensable de su pureza original,  no se veía así en la Atenas del siglo V a.C., ya que todo el edificio estaba pintado de colores

María.

jueves, 20 de octubre de 2011

Afrodita-Venus

Soy la diosa de la belleza y del amor. Algunos dicen que mi madre es Dione y Zeus mi padre, pero yo creo que Urano, el primer dios del estrellado cielo. Cuando Crono destronó a su padre Urano, lo castró y arrojó al mar sus genitales, que se mezclaron con la espuma de las olas y provocaron mi nacimiento. Nací, por tanto, en el mar y fui arrastrada a Chipre sobre una concha.


Me obligaron a casarme con Hefesto, dios muy importante y trabajador, pero viejo, cojo y feo, al que no amaba en absoluto. Como no podía vivir sin amor, le fui infiel, lo confieso.
Fui amante de Hermes, con quien tuve a Hermafrodito, que era hombre y mujer a la vez. 
     Con Dionisio concebí a Príapo (dios de la fertilidad y de gigantesco pene),


pero mi gran amor fue Ares, con el que tuve varios hijos, entre ellos, al pequeño dios del amor, Cupido. 
También es hijo mío el gran mortal Eneas, fundador del linaje latino, al que engendré con el troyano Anquises.
Mi poder es el poder del amor, y gracias a él he dado impulso a bellas historias, como la de Adonis, la de Eros y Psique y la de Atalanta e Hipomenes.
Me han representado artistas de todos los tiempos y de muchas maneras, pero casi todos suelen coincidir en mostrarme desnuda o con poca ropa, navegando en el mar sobre una concha, acompañada por Cupido y rodeada de palomas o cisnes.
                                                                                                     Alicia.


La mujer en la antigüedad

La consideración social de la mujer romana en Grecia y Roma presentaba aspectos comunes, pero también algunas diferencias notables.
La mujer griega tenía como función primordial la reproducción, pues los hijos perpetuaban el culto familiar, y su papel social era secundario. Vivía en el gineceo, lugar de la casa reservado a las mujeres, del que no salía más que para acudir a alguna fiesta religiosa o acompañar en el parto a otra mujer. Se mantenía ajena al mundo masculino y a la cultura.
Esta era la situación en Atenas, que mejoró relativamente tras la guerra de Peloponeso, pues las mujeres espartanas gozaban de mayor libertad: tomaban parte de la vida pública, presenciaban los Juegos Olímpicos y participaban en los Juegos Olímpicos femeninos en honor a Hera.
La mujer romana estaba dedicada también a la maternidad, pero tenía un estatus social elevado, pues se la consideraba ama y señora de la casa, domina, y compartía la educación de los hijos y la autoridad sobre hijos y esclavos con el esposo, como compañera y consejera.
A diferencia de las griegas, las romanas podían acudir a termas, a espectáculos públicos y religiosos y participar en los banquetes. Disfrutaban de mayor libertad, pero también estaban sometidas a la autoridad del padre o marido, y no tenía derechos políticos ni jurídicos.
También respecto a la educación difieren mujeres griegas y romanas, pues mientras en Grecia se limitaba a aprender historia y juegos junto a las mujeres de la familia hasta los siete años, en Roma, las niñas se educaban en casa hasta esa misma edad, pero hasta los doce años acudían a casas de los maestros para aprender a leer, escribir y nociones de cálculo.




Afortunadamente, no en todas partes se daba la misma situación, en la isla de Lesbos existió una escuela para muchachas aristocráticas donde se estudiaba música, canto, danza y otras materias. La escuela tenía gran renombre y hasta nuestros días han llegado poemas de Safo, una excelente poetisa de Lesbos.
                                                                                                       Alicia.

martes, 18 de octubre de 2011

EL INICIO DE MI VIAJE...

Era un día soleado y me encontraba paseando por la vieja y bella ciudad de Córdoba. Mi destino me había llevado hasta el centro de la ciudad, con más exactitud hasta el lugar donde moran las antiguas columnas del Templo Romano.
Eché a volar mi imaginación y me creé una historia en la que me remontaba varios siglos atrás, imaginándome al emperador Claudio dando órdenes a sus súbditos en el montaje de aquél magnífico templo. Rodeé aquel recinto, visualizando y analizando la belleza que se encontraba ante mis ojos. Pero el emperador Claudio, el cual inició esta construcción, ya no se encontraba en mi cabeza. Ahora estaba el emperador Domiciano, inaugurando ante su pueblo este lugar sagrado de oración.

Recuerdo las historias que me contaba mi padre, maestro de mi infinita imaginación. Entre ellas se encontraba la de mi ciudad, Córdoba, en los años del Imperio Romano. Me contaba que el nombre de mi ciudad no siempre había sido el mismo, mucho antes la llamaron Colonia Patricia Cordvba.
Mi niñez había pasado, y con aquellos viejos recuerdos de mi padre se nubló mi cabeza, y con ella mi historia de la creación de aquel templo. Me invadía la tristeza, y salí de aquél lugar. Anduve pocos metros, hasta llegar a la puerta del Ayuntamiento. ¿Qué estás haciendo?, me preguntó entonces mi conciencia. No es bueno aferrarse a la tristeza del pasado. Hoy soy lo que mi padre quiso hacer de mí: un conocido historiador que disfruta con las historias del mundo clásico. De esta forma decidí seguir adelante, y me dispuse a ir a visitar el Mausoleo Romano, situado en los Jardines de la Victoria, pasando antes por el conocido Puente Romano...

...aquel puente construido sobre el río Guadalquivir, el cual, probablemente, uniera Roma y Cádiz por la antigua Vía Augusta...
Y entonces llegué al Mausoleo, situado en los Jardines de la Victoria.

Visualicé a los romanos pasando junto a este monumento funerario, por la vía que unía Corduba con Hispalis, y que salía de la puerta occidental o "Porta Principalis Sinistra".
La mañana había cundido y mi cuerpo se encontraba derrotado tras la larga caminata... pero mi mente y mi imaginación seguían en funcionamiento, y tenían ganas de más. Córdoba, mi ciudad, preciosa, majestuosa, maravilla de las maravillas. Pero, ¿por qué no seguir buscando otra maravillas en mi tierra, la baja Andalucía? Sí, necesitaba seguir buscando restos arqueológicos clásicos y analizarlos, imaginando a las distintas civilizaciones a sus alrededores.
¿Por qué no seguir con Sevilla y su antigua ciudad de Itálica?
¿Queréis que os siga contando mi historia...?


Julia.

Música de la Antigua Grecia

La música de la Antigua Grecia era un arte que se encontraba presente en la sociedad de forma casi universal: en las celebraciones, funerales, en el teatro, a través de la música popular o mediante las baladas que presentaban los poemas épicos. La propia actividad de tocar instrumentos musicales está presente a menudo en los dibujos encontrados en las cerámicas griegas.

Apolo con una lira
La propia palabra música proviene de la denominación de las musas, las hijas de Zeus que, según la mitología griega, inspiraban todas las actividades creativas.
Instrumentos musicales

  • La lira, es un instrumento de cuerda pulsada, con forma de ábaco, que originalmente se construía como caja caparazones de tortugas en el que había siete o mas cuerdas afinadas para que cada una sonase notas diferentes. La lira se usaba para acompañar a otros instrumentos , o para recitar canciones.

Pan instruye a Dafnis en el
uso de la flauta

  • La flauta de pan, también conocida como siringa (en griegσυριγξ ) era un instrumento  musical antiguo que se basaba en el principio de la resonancia acústica en un tubo taponado. Consistía en una serie de tubos de longitud variable que se afinaba cortando los tubos a la longitud deseada. El sonido se produce soplando a través de la única abertura del tubo.









  • El hydraulis, instrumento de viento que se manejaba mediante un teclado, percusor del actual órgano tubular. El instrumento utilizaba el agua para mantener un flujo constante de aire a través de sus tubos. El agua y el aire entran en el instrumento y llegan juntos a la cámara eólica. A continuación, el aire comprimido entra en un compartimento situado en la parte superior de la cámara eólica, y desde aquí, se distribuye hacia los tubos del órgano. El agua, después de haber sido separada del aire, deja la cámara eólica conforme va entrando en ella. A continuación, el agua impulsa una rueda, que a su vez mueve un cilindro musical. Para hacer funcionar el órgano, la llave que permite el paso del agua al interior del instrumento debe estar abierta ( lo que hace que fluya continuamente).

Alicia.

El origen del teatro

El origen del teatro en Grecia  se relacciona con las manifestaciones religiosas en honor a Dionisio, también conocido por ser el dios del vino y la vid. Los míticos seguidores de este dios eran los sátiros, seres mitad hombres y mitad cabras, y las ménades, mujeres consagrada al culto del dios.
En las fiestas dedicadas a Dioniso un coro de hombres disfrazados de sátiros danzaba alrededor de un altar mientras se entonaban cantos que tenían como protagonista al mismo dios y diversos episodios de su vida.
Más tarde aparecieron la figura del jefe de coro, que recitaba un poema, y un actor que representaba con mímica la narración. Se cuenta que Tespsis, primer autor teatral del que se tiene noticia, tuvo mucho que ver en la evolución del teatro hacia la tragedia. Tradicionalmente se le atribuyen las siguientes innovaciones:
  • Creó la figura del actor, hypokrites.
  • Fue el primer escritor de textos para el actor y para el coro, que anteriormente eran cantos improvisados.
  • Introdujo el uso de la máscara, prósopon, pues el actor interpretaba más de un personaje.
  • Creó la escena móvil, que llegaba a los diferentes pueblos en el vehículo conocido como "carro de Tepsis" .
Consta que realizó  su primera representación  de tragedia en Atenas, donde llevó su compañía de actores ambulantes en su famoso carro a mediados del siglo VI a.C. , y en sus textos ya contaba únicamente historias de Dioniso, sino que trataba otros temas y personajes mitológicos o históricos.
Como todavía no existía un edificio específico para hacer representaciones, normalmente la escena, de madera y móvil, se preparaba delante de una ladera o una elevación del terreno desde la que los espectadores pudieran ver bien  la representación y delante de ella se dejaba un espacio circular en el que se seguía realizando la danza del coro en torno a un altar dedicado a Dioniso. Este espacio se convertiría después en un elemento arquitectónico muy importante en el teatro griego, la orchestra.


Manuel Jesús.

martes, 11 de octubre de 2011

Juegos y espectáculos

La costumbre de los espectáculos estuvo tan arraigada en el mundo antiguo que ha permanecido hasta nuestros días, de manera que se siguen celebrando olimpiadas y festivales de teatro, que cuentan con gran número de participantes y son seguidos por millones de espectadores.
Fueron tan famosos que se conserva abundante documentación sobre ellos y, aunque solo sea por las reconstrucciones cinematográficas, todo el mundo ha oído hablar alguna vez de las carreras de carros y de las luchas en el anfiteatro.

A pesar de las enormes diferencias entre las clases priviligiadas y los demás miembros de la estructura social, la posibilidad de ser espectador de los juegos o del teatro se extendía a todo el mundo.
Pero los espectáculos no estaban destinados únicamente al entretenimiento del público: en un principio tuvieron un significado religioso y más tarde alcanzaron utilidad política y sirvieron de instrumento a los gobernantes.




Manuel Jesús.

sábado, 8 de octubre de 2011

LA SUPERVIVENCIA DE LOS MITOS GRIEGOS

Durante más de mil años, los hombres de la antigüedad (de los que hemos heredado nuestra civilización) creyeron en esta religión. Con la cristiandad, aquella antigua religión desapareció y los europeos dejaron de creer en los viejos dioses griegos y romanos.
En realidad, los relatos griegos resultaban tan fascinantes que los hombres instruidos incorporaban a su léxico palabras de los mitos, y algunas de ellas han perdurado en el lenguaje.
Por ejemplo, la señal acústica de los coches de la policía es una sirena, y una morsa es un sirenio; un organillo de circo es un calíope, y un acalefo es una medusa. Gritamos con voz estentórea y prestamos atención a un mentor o a un barbudo nestoriano.
En todos estos casos evocamos relatos griegos: las sirenas eran una trampa mortal; Calíope, una diosa; Medusa y Equidna, monstruos horribles; y Esténtor, Mentor y Néstor eran hombres.
La cabeza de Medusa, óleo de Caravaggio (finales del siglo XVI).
Florencia, Uffizi.

Como los mitos griegos eran tan conocidos, resultó natural elegir los términos científicos de estos mitos siempre que fuera adaptables a la situación. A título de ejemplo, cuando el uranio fue desintegrado por primera vez mediante fisión, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, apareció un nuevo elemento en medio de aquel mortífero calor radioactivo. Se le denominó "promecio", basándose en Prometeo, un personaje de la mitología griega que desafió al terrible calor radioactivo del Sol para proporcionar fuego a la humanidad.

Isaac Asimov, Las palabras y los mitos.


Julia.

Mitología Griega.


María.

ARES-MARTE

Soy el dios de la guerra. Ninguna divinidad se atreve a enfrentarse a mí, cuerpo a cuerpo y sin artimañas. Nadie en estas condiciones ha sido capaz de vencerme y cuando lo hicieron Hércules y Atenea, cosa que me irrita recordar, fue gracias a la astucia y el engaño y... ¡así no luchan los dioses!



Soy el único hijo legítimo de los dioses supremos, Hera y Zeus; debería ser su preferido, pero mi padre, no sé por qué, a veces favorece a otros hijos.

Dicen que no soy muy inteligente, pero nadie duda de mi fuerza y tanto diosas como mortales están encantadas de relacionarse conmigo. Sé que quienes me critican lo hacen porque he conquistado a la diosa más bella, a Afrodita; Eros, el dios del amor, es la prueba y el resultado de mi conquista.

Ciertamente los griegos, más dados a la filosofía y a las artes, me ignoraron bastante, pero los romanos, pueblo guerrero que valora la importancia de la fuerza y las conquistas, me han dedicado infinitos templos y me ofrecen innumerables sacrificios.

Me representan como soy, joven, fuerte y armado con mi casco, mi escudo y mi lanza.


Julia.

viernes, 7 de octubre de 2011

Rómulo y Remo-La fundación de Roma

Los hermanos gemelos Rómulo y Remo eran hijos de la vestal Rea Silvia y del dios Marte. Su origen se remontaba a la guerra de Troya, ocurrida muchos siglos antes. Cuando la ciudad fue tomada e incendiada, Eneas, el hijo troyano hijo de Anquises y de la diosa Venus, escapó ayudado por su madre con cien barcos, llevando consigo a su anciano padre, a su hijo Ascanio y a los dioses Penates de la destruida Troya.Tras muchas aventuras llegó al Lacio, donde se casó con la hija del rey Latino reinando en la ciudad, llamada Alba Alonga.

Tras ocho generaciones, dos de sus descendientes, Numítor y Amulio, compartían el trono del Lacio, hasta que Amulio echó a su hermano para reinar él solo. Numítor tenía una hija llamada Rea Silvia y Amulio, para extinguir el linaje de su hermano, la convirtió en vestal, sacerdotisa de Vesta que por su cargo debía permanecer virgen.

Pero el dios Marte descubrió a Rea Silvia y la poseyó mientras dormía.


Dios Marte y vestal Rea Silvia.


 Fruto de esa unión nacieron dos gemelos, Rómulo y Remo, que fueron colocados en una cesta y lanzados al río Tíber por orden del rey Amulio para que murieran.

La cesta encalló en la orilla del río y los gemelos fueron amamantados por una loba hasta que los recogió un pastor llamado Faústulo que, junto a su esposa, los crió como hijos suyos.

La loba capitolina.


Rómulo y Remo, convertidos ya en dos jóvenes robustos e inteligentes, descubrieron su origen y la infamia del rey Amulio. Destronaron al traidor, restablecieron en el trono de Alba Longa a su abuelo Numítor y salieron a fundar una nueva ciudad.

Cada uno eligió una ubicación, Rómulo la colina del Palatino y Remo la del Aventino, pero dejaron que fuesen los dioses quienes decidiesen el lugar definitivo; por la noche, cada uno subió al monte que había elegido, a la espera de una señal divina: Remo vio pasar seis águilas, pero Rómulo vio doce, por lo que Rómulo fue considerado el ganador.

Siguiendo la tradición, Rómulo cavó un surco sagrado, el "pomerium", con un arado del que tiraban dos bueyes blancos, sobre el que se alzarían las murallas. Era la ley sagrada que nadie cruzase el surco, salvo por los espacios reservados a las puertas. Remo, enfadado con los dioses y con su hermano, saltó el "pomerium" y recibió la muerte por el sacrilegio.

Así nació la ciudad de las siete colinas que llegaría a ser el centro del mundo, llamada Roma en honor de su fundador Rómulo y gobernada por un rey que tenía entre sus antepasados a Venus, la diosa del amor y la belleza, y a Marte, el dios de la guerra tan venerado por los humanos.


Julia.