En torno a las lenguas clásicas, griego y latín, y a la cultura que expresan se ha creado Europa y, en realidad, toda la cultura que hoy se abre paso al mundo. Los griegos fueron los primeros progresistas, y los romanos, los primeros constructores de grandes espacios legales y políticos.

Nuestras lenguas, nuestras artes y literaturas, nuestro pensamiento, nuestra ciencia, nuestra política nada serían sin ellas.

martes, 17 de enero de 2012

En el nombre del padre.

Belfast, años 70. Gerry (Day-Lewis) es un gamberro que sólo sabe beber e ir de juerga, para disgusto de su padre Giuseppe (Postlethwaite), un hombre tranquilo y educado. Cuando Gerry se enfrenta al IRA, su padre lo manda a Inglaterra. Una vez allí, por caprichos del azar, es acusado de participar en un atentado terrorista y condenado a cadena perpetua junto con los "cuatro de Guildford". También su padre es arrestado y encarcelado. En la cárcel Gerry descubre que la aparente fragilidad de su padre esconde en realidad una gran fuerza interior. Con la ayuda de una abogada entregada a la causa (Thompson), Gerry se propone demostrar su inocencia, limpiar el nombre de su padre y hacer pública la verdad sobre uno de los más lamentables errores legales de la historia reciente de Irlanda.  
 




Mi valoración: En los violentos días en que la banda terrorista IRA sembraba de bombas el centro de Londres, un joven irlandés juega a ser hippie en el peor lugar en el momento equivocado. Condenado injustamente -junto a varios amigos y miembros de su familia- a cadena perpetua, su caso supuso el mayor error en la historia de la justicia británica.
"En el nombre del padre" es una película-denuncia de enorme éxito y excelente nivel artístico. Un guión magistral bien dosificado -que no exagera los hechos sin perder comercialidad-, gran banda sonora y magníficas interpretaciones para una obra clave del cine británico moderno, que entretiene y sobrecoge a partes iguales.

Manuel Jesús González Fernández

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