En torno a las lenguas clásicas, griego y latín, y a la cultura que expresan se ha creado Europa y, en realidad, toda la cultura que hoy se abre paso al mundo. Los griegos fueron los primeros progresistas, y los romanos, los primeros constructores de grandes espacios legales y políticos.

Nuestras lenguas, nuestras artes y literaturas, nuestro pensamiento, nuestra ciencia, nuestra política nada serían sin ellas.

martes, 8 de noviembre de 2011

EL ORIGEN DE LAS ESTACIONES

La Diosa Deméter vivía feliz y no descuidaba sus deberes como diosa de la agricultura. Se encargaba de que los humanos tuviesen abundantes cosechas de cereales y que los árboles diesen deliciosos frutos.

Tenía una hija llamada Perséfone, Proserpina para los romanos, fruto de una relación amorosa con Zeus, el dios supremo. Era una joven de gran belleza y candor, a la que estaba muy unida.

Hades, el dios de los Infiernos, había visto a Perséfone en una de sus correrías por la tierra y, profundamente enamorado de la joven, la raptó y se la llevó a su reino en su carro, tirado por caballos negros.

Hades ofreció a su amada sus inmensas riquezas y la convirtió en reina de los Infiernos, pero Perséfone se sentía prisionera. Valoraba el amor y la generosidad de Hades, pero no le gustaba su reino y, sobre todo, añoraba a su madre.
Mientras tanto, Deméter recorría la tierra sin descanso, buscando con una antorche a su hija día y noche, no dormía ni comía, abandonando el cuidado de los campos, que ya no daban frutos, y tanto la diosa como sus dominios, la tierra cultivable, presentaban un aspecto triste y desolado.
Enterada de que el raptor era Hades, acudió a Zeus, padre de la joven, para que reparara la injusticia. Zeus temía enfrentarse al poderoso dios de los Infiernos y, por otra parte, entendía su soledad y sabía que su amor era sincero, pero el orden en el mundo estaba alterado y los hombres morirían si no volvía la fertilidad de los campos. Así pues, decidió que Perséfone debía abandonar los Infiernos y volver junto a su madre.
Hades acató la orden y le prometió a su joven esposa que le permitiría volver, pero antes le ofreció los frutos de una granada como despedida. Perséfone comió unos pocos granos y abandonó a su esposo con alegría, pero sin rencor, para volver feliz junto a su madre.
Deméter estaba dichosa, la tierra y los campos volvieron a florecer, pero al poco tiempo Perséfone empezó a sentir nostalgia de los Infiernos y de su esposo; esto se debía a que había probado los frutos del Infierno, y <<quien los prueba sentirá siempre nostalgia de volver>>.
Zeus ordenó que Perséfone pasara una parte del año con su esposo en los Infiernos y otra parte con su madre en la Tierra. Esta solución satisfizo a todos y la acataron. Cuando Perséfone está con Deméter, la diosa es feliz, cuida los campos y la tierra da abundantes frutos: es primavera y verano. Cuando Perséfone está con Hades, Deméter se entristece, los campos se quedan secos y la tierra se vuelve estéril: es el invierno.
Julia.

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